El trabajo comenzó en 1976 en el Instituto Central de Aerohidrodinámica (TsAGI), como respuesta al programa del transbordador espacial estadounidense. Los políticos soviéticos estaban convencidos de que el transbordador espacial podría ser un arma efectiva desde el momento en que el Departamento de Defensa estadounidense comenzó a tomar parte en el proyecto. Pensaban que el transbordador podría desestabilizar la balanza de poder establecida durante la Guerra Fría. Este proyecto se convirtió en el mayor y más caro de la historia de la exploración espacial soviética.
Debido a que el debut del transbordador Buran fue posterior al del transbordador espacial Columbia, y dadas las similitudes entre ambos transbordadores, muchos especularon que el espionaje soviético podría haber jugado un papel importante en el desarrollo del transbordador ruso. Esta impresión se apoyaba también en el recuerdo de las similitudes entre el Tupolev Tu-144 y el avión de pasajeros supersónico Concorde. Sin embargo hoy se sabe que, aunque externamente sí comparte las características aerodinámicas del transbordador espacial estadounidense, internamente es un producto desarrollado por la ingeniería aeroespacial soviética (argumento ya expuesto por los responsables del proyecto en el tiempo de su desarrollo).
Tras este primer vuelo exitoso, el proyecto fue suspendido debido a la falta de fondos y a la situación política en la Unión Soviética. Los dos orbitadores siguientes, programados para 1990 y 1992, nunca se terminaron. El 30 de junio de 1993, el proyecto era cancelado de forma oficial por el presidente ruso Boris Yeltsin. En aquel momento el erario ruso había gastado en el proyecto unos 20.000 millones de rublos.
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